Los rumores de desavenencias entre los reyes persisten a pesar de los esfuerzos por aparentar normalidad
Doña Sofía conversa con Letizia con un gesto aparentemente distendido. La siguiente imagen muestra más seriedad, apenas un segundo después. Foto.- Mario Azurmendi Blanco
Artículo por Yolanda Cabezuelo Arenas.
Dos imágenes cedidas a España Digital por Mario Azurmendi Blanco muestran a Doña Sofía en plena calle de Palma, acompañada por sus nietas... y por Letizia, en aparente amor y compaña. Esto de mostrarse en público como una familia feliz debe formar parte de la operación lavado de imagen de Letizia, supuestamente orquestada por Casa Real para mitigar el impacto que causó en la imagen de la esposa de Felipe VI el desplante hecho a su suegra durante la misa de Pascua, que se hizo viral. Desde entonces han sido frecuentes las ocasiones de acercamiento público entre suegra y nuera, con vistas a aparentar normalidad.
Sin embargo persisten los rumores de desavenencias en el matrimonio real, incluyendo una presunta cobra de Don Felipe a su cara mitad, y el análisis de las capitulaciones matrimoniales que Letizia firmara antes de dar el Sí quiero en la Almudena: hasta los últimos detalles de un presunto acuerdo que en caso de divorcio dejaría a Letizia más que malparada en lo relativo a la custodia de las infantas.
Al menos es necesario reconocer que Letizia está haciendo un esfuerzo por reparar el pifiazo, y se presta a agradar a Doña Sofía y a permitir a ésta la compañía de sus nietas. Este verano la consorte de Felipe VI no ha abandonado, como suele hacer, Palma durante las vacaciones; e incluso ha recibido a Pedro Sánchez y esposa en el Palacio de Marivent, apresurándose la prensa alemana a declararla victoriosa en el duelo de estilos con la primera dama, que no es mérito, porque la mujer de Pedro Sánchez no es agraciada y hasta Rossy de Palma podría hacerle sombra.
Así las cosas continúa un verano bajo la sombra de la sospecha de que no es oro todo lo que reluce, y con las declaraciones de Corinna sobre los apaños de Don Juan Carlos, y la situación de Urdangarín más que muy presentes.
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